viernes, 5 de febrero de 2010
valoración general del curso
miércoles, 3 de febrero de 2010
esa constante...
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido."
Tenían una de esas historias des-complicadas. Cada uno vivía en su casa, aunque bastantes noches una de las camas se quedaba vacía. Habían creado la situación perfecta. Ninguno supo como pasó, pero ya no se llamaron. Y así cada cama volvió a tener su propio y único huésped.
Un día, mientras cocinaba, él la recordó, se acordó de como el primer día que durmieron juntos le preparó un rico plato exótico al mediodía siguiente y que luego pasaran el día entero juntos conversado, mirándose y besándose como si se conocieran de hace tiempo y no sólo de unos días, dejando una sensación de feliz embriaguez emocional. Entonces reflexionó para sus adentros: “Hay veces que una historia surge como quién no quiere la cosa, en medio del fango de cosas que le rodean a uno. Luego la historia empieza a interesarle a uno, a conmoverle. Se implica lo justo, manteniendo las distancias en cuestiones afectivas, por si acaso. Sólo complicidad, por favor. Es el momento sublime. Y cuándo uno se da cuenta que está hasta la médula metido en el deseo de conocer, explorar, sentir, flirtear…es cuándo se da cuenta que ese interés suscitado ya no está dotado de la empatía y la confluencia de ánimos que antaño. Uno no se hace demasiadas ilusiones con una historia, sabe que es breve, fugaz y marchita (de ahí su encanto) y sin embargo se pregunta cuál fue el momento en el que todo cambió. Y sobre todo, ¿por qué tan deprisa y repentinamente si era tan bueno?”
Otro día ella fue al bar en el que le conoció, y no pudiendo evitar recordar las primeras miradas, la atracción surgida a primera vista, la seducción, los primeros besos, los bailes al compás del movimiento del otro (con la sensualidad que desprendía ese acto)… se preguntó: “¿Cómo puede ser que dos personas fluyan y se sigan el ritmo durante un espacio de tiempo parecido al de una estrella fugaz? ¿Cuál será el enigma de que uno se encuentre y des-encuentre con la misma facilidad? ¿Por qué algo sumamente interesante y seductor se pierde entre los días y los meses? ¿Qué queda del arroyo de sensaciones y emociones? ¿Cuál es el punto en el que se bifurca el “dejar pasar” y el “luchar por” algo?”
Pasado algún mes, ella vio a una chica por la calle que llevaba en el pelo una flor idéntica a la que ella le regaló en una de las ocasiones que su cama se quedó vacía. Comprendió todo. Sin embargo no la afectó demasiado, se dirigía a una cita. Mientras conversaba e intercambiaba miradas sugerentes con su nuevo y flamante interlocutor, sabía que después de un par de cañas iba a decidir dejar su cama otra vez a la intemperie del frío. Mientras así sucedía se sonrió y pensó: “Creemos aprender de las historias y vuelta a empezar con el mismo procedimiento. Hay un cambio de escenario y quizás de impacto, pero se repiten los lugares comunes de dichos procesos. Uno siempre sabe cómo y cuándo empieza, pero nunca cuándo y cómo termina. Me pregunto si ésta vez lo sabré o lo sabrá, o ambos, o ninguno.”
la canción de ser niño
poetry slam
aprendizaje del curso
martes, 2 de febrero de 2010
valoración de las exposiciones
resúmenes de las lecturas 5 y 6
Pero la observación de hechos caería en el absurdo si no le sumamos la intención de buscar en ellos una esencia, es decir sino encontramos en ellos una relación causal explicativa. Avisa el autor que frente a los hechos hay situarse libre de prejuicios que sesguen su interpretación. Este aviso nos lleva al tan controvertido tema de separación entre sujeto y objeto. No voy a entrar en disquisiciones de este tipo, pero sí quisiera señalar que al respecto opina que la separación entre sujeto y objeto es variable en función a qué objeto de estudio nos dediquemos. Podemos decir que en ciertas disciplinas la objetividad es propia de los objetos no de los sujetos. Comentar también que la fase que yo he añadido como primaria (la elección mediante inquietudes de una investigación) es enormemente subjetiva, siempre y cuando la investigación no sea coaccionada como puede ser el caso de la obligatoriedad de realización que un profesor impone a sus alumnos; lo cual queda justificado por el adoctrinamiento en un campo de un saber determinado que él tiene como función.
El siguiente paso señalado por el autor es el de formular hipótesis. La función de éstas se encuentra en explicar los hechos con una cierta lógica y coherencia. A esta fase el autor le añade el valor de creadora, es decir dice que es una fase eminentemente artística por lo que en ella se encuentra de inventiva y fantástica. Esto nos remite a señalar que en esta fase de creación de hipótesis lo que se hace es “crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad” . Como vemos el componente de subjetivo de esta fase es bastante claro.
En esta fase se produce un salto entre el reflejar la realidad hacia el hecho de conocerla y modificarla. El conocerla supone obtener de los hechos una serie de imágenes supuestamente explicativas (aún no las hemos demostrado). En tanto que se modifican los hechos ya que las imágenes se enfocan hacia aquello que no es, es decir se pretende modificar la realidad, algo que aún no es. Aquí vemos en el autor una tendencia hacia considerar el conocimiento como un elemento de control, de poder de dominación. Este hecho nos lleva a mentar la capacidad humana proyectiva, es decir a la capacidad del ser humano de crear aquello que con anterioridad tiene in mente. Como bien añade el autor el ser humano es un sujeto activo creativo lo cual lo diferenciaría de la máquinas computadoras en tanto que éstas son un tonto muy rápido, ya que no puede proponerse fines, los fines son determinados por los programadores que crean un fin el cual delegan, por su rapidez, en una computadora por ellos creada.
Pero hay que decir que si de la fantasía creadora no queremos hacer una expresión artística irreal y sí una investigación científica ésta se ha de ver sometida a “ una severa disciplina del pensamiento lógico”.
La tercera etapa supondría el descenso de lo creativo a la realidad y tendría como objetivo el de comprobar que la hipótesis se corresponden con los hechos, o lo que es lo mismo demostrar su veracidad. También en esta fase pasamos de la observación pasiva de la naturaleza a la creación activa de hechos para demostrar la relación causal que hemos determinado en las hipótesis. Es ésta una fase de control de variables o lo que es lo mismo de colaboración con la naturaleza. Entre fase creo conveniente introducir el siguiente interrogante: ¿todas las realidades a estudiar se prestan a la misma capacidad de manipulación? En mi opinión: no. Y por ello mismo creo que en función de tal capacidad distintiva de manipulación se han de forjar técnicas distintas capaces de dominar las dificultades. En tal empeño se han de centrar las distintas disciplinas.
La cuarta y última etapa sería la de modificación de las hipótesis, si de ella requieren, en función a la realidad.
Fases:
Observación de hechos
Formulación de hipótesis
Nueva observación de los hechos
Nueva formulación de las hipótesis
De todo este proceso se deduce una casación entre dos conceptos diferentes, pero que han de estar unidos: Teoría e Investigación. Pero cuál es esta relación, cuál es primigenia. Para resolución de esta cuestión se ha de tener en cuenta que el investigador no parte de la nada en el momento de realizar la observación de hechos, parte de un bagaje previo formado por conocimiento obtenidos del estudio y también parte de ciertas observaciones empíricas previas espontáneas. Lo cual se suma a un cierto interés teórico por parte del investigador. Como el autor dice el investigador utiliza los descubrimientos de otros así como hipótesis desarrolladas previamente por otros investigadores también. En definitiva el trabajo del estudioso no es aislado está inmerso en seno de una investigación colectiva. Lo cual nos lleva a considerar que la teoría tiene un esbozo, auque sea pedestre, previo. A su vez no debemos olvidar que la investigaciones pueden ser inductivas o deductivas. Las primeras formarán las teorías en función de las observaciones, sin embargo en las segundas la teorías serán previas. Pero esto no invalidad lo anterior: la sucesión de investigación en indudable así como la influencia de teorías demostradas previamente.
Respecto a la utilización de investigaciones previas el autor propone una condición previa para que ésta sea efectiva, es decir para que entre los descubrimientos previos y el investigador se produzca un diálogo. Esta necesidad es la existencia de ideas previas al contacto con otras investigaciones. Serán las investigaciones previas las que confirmaran, corregirán, complementarán y desmentirán las ideas previas, pero sin ésta nos llegarán a aprovecharse los conocimientos previos. El autor cree, en definitiva, que sin ideas propias los conocimientos previos no harán sino ocupar el pensamiento propio de pensamientos ajenos. Por todo esto el autor se decanta por el hecho de que resulta fundamental desarrollar la capacidad de pensamiento, el pensar supone autocreación de conocimiento, que podrá ser más o menos cierto, pero, al fin y al cabo, pensamiento construido que podrá ser contrastado.
En último lugar el autor comenta que cada investigador debe crear sus propios conceptos. Esta idea tiene cierta trampa, auque esta se puede diluir. La trampa se encuentra en que la creación particular de conceptos dificultaría la capacidad de comunicación entre la comunidad científica, esta necesita de un mínimo de conceptos sobre los cuales iniciar el diálogo. Pero esta carencia de capacidad de diálogo se puede ver atenuada mediante una definición explícita y clara de los conceptos usados.
La ciencia como dominación social es una idea muy interesante y que ya he esbozado en otros artículos del blog como por ejemplo en el primer artículo. Por ello de momento pasaré de “puntillas” por el tema. Señalar que como elemento de poder la ciencia se cubre con el velo de la incomprensión al utiliazr un lenguaje no-universal.
El autor enlaza dos conceptos: el de ciencia y progreso. La ciencia se ve inmersa en una sinergia de búsqueda constante del progreso. El progreso siguiendo la opinión de E Bohler (EL futuro, problema del hombre moderno) en tanto es una posición ante la vida que intenta basarse siempre en el tiempo futuro, provoca que el hombre experimente lo relativo y perecedero de su existencia. En palabras de Bohler “no vivimos nosotros mismo, sino en el objetivo que perseguimos”.
El autor asocia la ciencia con la vida y la muerte, sería muerte en tanto que es “un intento sistemático y acumulativo de comprensión de la naturaleza y base del progreso del hombre” y muerte “en tanto absorbe y canaliza esa comprensión como aparato burocrático de dominación, derivando en un culto cuasi-religioso que cumple una función de cohesión social necesaria para reproducir el sistema de dominación del hombre”.
Con posterioridad el autor se dedica al concepto de concepción del mundo, resaltando que con éste se engloban aquellos principios que forman las distintas formas de entender el mundo. Principios que suelen ser inconscientes.
Resúmenes del grupo del libro de Sweezy
CAPÍTULO I
La abstracción, es para Marx, incapaz, por sí sola, de explicar fenómenos, de rendir conocimientos. La dificultad se encuentra en decidir sobre que hacer abstracción y sobre que no hacerla. De aquí se derivan dos cuestiones, primera ¿qué problema se explica? Y segunda ¿cuáles son los elementos esenciales del problema? Si tenemos respuestas a estas dos cuestiones sabremos seguramente de qué no podemos abstraernos y dentro de estos límites, lograremos enmarcar nuestras suposiciones de conformidad con criterios de conveniencia y sencillez[1].
El problema para Marx es tratar de “poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna”. El siguiente problema para Marx sería encontrar una hoja de ruta que le guíe a esas formas más simples que le ayuden a resolver su problema, como lo hacía notar Hegel en su Filosofía de la historia:
“el proceso de entendimiento científico, es de importancia distinguir y poner de relieve lo esencial en contraste con lo llamado no esencial. Pero a fin de hacer esto posible debemos saber qué es lo esencial…” (22/Daedy)
Para Marx poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis es una tarea específica de la abstracción. Pero ¿cómo distinguir lo esencial de lo no esencial? Esta cuestión no es igual en todos los casos, ya que si así fuese la metodología se convertiría en un procedimiento de rutina. Así que en la práctica se precisa formular hipótesis acerca de lo que es esencial en el problema, así que para acercarnos a A, B y C tenemos que plantearnos hipótesis que debemos corroborar con la experiencia
El planteamiento del problema de Marx estaba claramente condicionado por su experiencia personal. Como estudiante universitario, Marx se concentró en la ciencia del derecho y la filosofía, aspirando a la carrera académica a la que tuvo que renunciar por sus planteamientos radicales. Pronto entró en contacto, por primera vez, con los problemas sociales reales y también con nuevas ideas sociales; especialmente con el comunismo y es socialismo. Evidentemente, estas experiencias personales condicionaron su actitud ante la economía política, antes de que decidiera hacer de los estudios económicos su principal ocupación, así que de esta forma se demuestra que su elección del problema y con ello su enfoque no son causales.
De esta forma, en el prefacio a la “crítica de la economía política” Marx hace mención a su desarrollo intelectual donde podemos observar, de forma práctica, como prosigue la metodología aquí expuesta. Para Marx las formas del estado (su objeto de estudio) no pueden ser entendidas en sí mismas, ni explicadas por el llamado progreso general de la mente humana, sino que tiene sus raíces en las condiciones materiales de la vida (elementos esenciales A, B y C)” (24/Daesy) Para Marx esas condiciones materiales es lo que Hegel denomina como la “anatomía de la sociedad civil” basada en la producción social que realizan los hombre. Lo que hace Marx es explicar la forma del estado (estructura económica y social), que es la suma de las relaciones de producción, elementos esenciales que explican la relación causal entre estos y su problema de investigación: la economía política.
Marx explica esta relación causal:
“La suma total de estas relaciones de producción constituya la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levantan las superestructuras legales y políticas y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción en la vida material de terminal carácter general de los procesos sociales, políticos y espirituales de la vida. No es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, sino que, por el contrario, la existencia social determina su conciencia. En cierta etapa de su desarrollo, las fuerzas materiales de producción de la sociedad entran en conflicto con las relaciones de producción existentes… Entonces se abre el periodo la revolución social. Con el cambio de la base económica, toda la inmensa superestructura se transforman más o menos rápidamente”.(24/Daesy)
La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso de cambio social, por ello pone especial ímpetu en la anatomía de la sociedad, que es donde se concentran los factores que llevan a dicho cambio. Poniendo en relieve la interrelación de factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Una vez alcanzada la conclusión de que la clave del cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción, Marx se dedicó a un estudio completo de la economía política. Trata de poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna.
Para reconocer los aspectos esenciales del problema, Marx optó por tomar la teoría hegeliana que hacía énfasis en el proceso y desarrollo a través del conflicto entre fuerzas opuestas o contrarias. Así Marx llegó a la conclusión, haciendo un análisis histórico, de que el factor determinante en la anatomía social es la lucha de clases, elemento esencia (A, B y C) y que deben ser aislados y analizados por el método de abstracción. Esta relación de clases, entre burguesía y proletariado, debe ser debe ser aislada y reducida a su forma más pura para ponerla en condiciones de ser sometida al más concienzudo análisis.
[1] Hago aquí un apunte, porque para el autor la primera cuestión “¿qué problema se explica?” es de especial relevancia pues prestar atención a un problema y no a otro hace patente nuestro criterio de conveniencia con respecto a la selección del problema, lo que supone que se hagan abstracciones diferentes desde diferentes puntos de vistas de un mismo problema.
CAPÍTULO II
EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO
1. Introducción
El estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio. Marx empieza por analizar la “producción simple de mercancías”, que es como decir una sociedad en la que cada productor posee sus propios medios de producción y satisface sus múltiples necesidades por el cambio con otros productores que se encuentran en situación similar. Tenemos aquí el problema del cambio en la más clara y elemental de sus formas.
Vemos desde el principio la diferencia de criterio que distingue su economía política de la de Adam Smith. Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de ningún modo de la firme y rígida relación que describe Smith. Tales productos sólo pueden convertirse en mercancías; los unos con relación a los otros, como fruto de diferentes clases de trabajo, siendo cada clase realizada independientemente y por cuenta de individuos privados.
No se quita a la división del trabajo nada de la importancia que Smith le atribuyó, pero se niega enfáticamente que la división del trabajo esté necesariamente ligada al cambio. La producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica.
El economista no puede ya confinar su atención a las relaciones cuantitativas que nacen de la producción de mercancías; debe dirigir también su atención al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma de la mercancía. Se puede expresar esto diciendo que las tareas de la economía política no son sólo cuantitativas sino también cualitativas. (el problema del valor cuantitativo y el problema del valor cualitativo).
2. Valor de uso
Toda mercancía ‒escribió Marx‒ tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio. El valor de uso expresa cierta relación entre el consumidor y el objetivo consumido. La economía política, por otra parte, es una ciencia social de las relaciones entre las gentes. Se sigue de aquí que “el valor de uso como tal queda fuera del campo de la investigación de la economía política”.
Esto no significa que el valor de uso no deba jugar ningún papel en la economía política. Por el contrario, así como la tierra aunque no una categoría económica en sí misma, es esencial para la producción, el valor de uso es un prerrequisito del consumo y no está de ningún modo excluido por Marx de la cadena causal de los fenómenos económicos.
3. Valor de cambio
El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre las cosas, entre las mercancías mismas. La relación cuantitativa entre las cosas, que llamamos valor de cambio, es en realidad, sólo una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías. La relación de cambio como tal, aparte de cualquier consideración de las cantidades envueltas, es una expresión del hecho de que los productores individuales, trabajando aisladamente cada uno, trabajan en realidad los unos para los otros.
Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de sociedad que se distingue por dos características principales: 1) división del trabajo desarrollada y 2) producción privada. Marx identifica el trabajo como la sustancia del valor.
4. Trabajo y valor
El trabajo también tiene dos aspectos, uno correspondiente al valor de uso y el otro al valor de la mercancía que produce. A la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil. El trabajo útil es al abstracto en el caso de la actividad productiva.
5. Trabajo abstracto
El trabajo abstracto representado en el valor de las mercancías es un concepto que ocupa un lugar importante en el pensamiento de Marx. El trabajo abstracto es abstracto sólo en el sentido completamente recto de que se pasan por alto todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra.
La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad mucho mayor que el que prevalecía en cualquier forma anterior de la sociedad. Mucho más importante es el volumen total de desarrollo. De ellos dependen las potencialidades productivas de la sociedad.
La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver detrás de las formas especiales que el trabajo adoptar en un momento dado cualquiera, una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo dependen en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad.
6. La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor
La investigación revela que la mercancía en cuestión tiene de común con todas las demás mercancías (es decir, todas ellas son valores) el hecho de absorber una parte total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad.
El valor de cambio es tan sólo la “forma fenomenal” bajo la cual se oculta el valor mismo. ¿En qué consiste el problema del valor cuantitativo, además de en la mera determinación de las proporciones de cambio? El hecho de que una mercancía sea valor significa que es trabajo abstracto materializado. Si reflexionamos ahora en que el trabajo abstracto es susceptible de medida en términos de unidades de tiempo, la significación del valor como categoría cuantitativa diferente del valor de cambio se hace visible.
7. El carácter fetichista de las mercancías
En su doctrina del Fetichismo de la Mercancía, Marx fue el primero en percibir este hecho y darse cuenta de su decisiva importancia para la ideología de la época moderna. En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres “adopta a sus ojos, la fantástica forma de una relación entre las cosas”. Esta materialización de las relaciones sociales es el corazón y la médula de la doctrina del Fetichismo.
Las relaciones sociales entre el trabajo de individuos privados aparecen como lo que son, es decir, no como relaciones sociales directas de personas en su trabajo, sino más bien como relaciones materiales de personas y relaciones sociales de cosas. En periodos anteriores de la historia, cuando las relaciones de producción tenían un carácter personal directo, tal materialización de las relaciones sociales era evidentemente imposible.
Una vez que el mundo de las mercancías ha realizado, por así decirlo, su independencia, y sometido a los productores a su dominio, éstos últimos empiezan a mirarlo en mucho del mismo modo que ven ese otro mundo externo al cual tienen que aprender a adaptarse, el mundo de la naturaleza misma. La aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es uno de los rasgos más notables del período capitalista.
Los sistemas económicos anteriores han sido vistos como versiones imperfectas o embrionarias del capitalismo moderno y han sido juzgadas en consecuencia. El hecho de que la economía política moderna haya seguido con firmeza esta línea de conducta es la mejor prueba de su subordinación al Fetichismo inherente a la producción de mercancías.
El mundo de las mercancías aparece como un mundo de iguales. El obrero enajena su fuerza de trabajo, la cual permanece opuesta al él como cualquier mercancía a su propietario. La vende, y mientras se le pague su verdadero valor, todas las condiciones del cambio honrado y justo están satisfechas. Esta es la apariencia. Quienes consideran las formas capitalistas como naturales y eternas ‒y hablando en términos generales esto incluye a la mayoría de quienes viven bajo las formas capitalistas‒ admiten la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales.
Si la producción de mercancías ha fomentado la ilusión de su propia permanencia y ocultado el verdadero carácter de las relaciones sociales a que da cuerpo, ha creado a la vez la racionalidad económica de los tiempos modernos, sin la cual un pleno desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad sería inimaginable.
El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe, por una parte, una intensa racionalización de sus procesos parciales, y, por otra, una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo. Un sistema social que tiene dominio sobre el hombre lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino. Al mismo tiempo le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de más en más sus energías por cauces puramente destructivos.
CAPITULO III
El problema del valor cuantitativo
Los seres humanos tenemos necesidades básicas que deben ser satisfechas para seguir viviendo. La sociedad produce un trabajo total, y cada necesidad requiere una proporción que no puede ser cambiada por “la forma particular” de la producción. Cada una exige un volumen “distinto y cuantitativamente determinado”. Lo que si cambia históricamente es la forma en que estas leyes operan: si hay intercambio privado, la forma será “el valor de cambio de estos productos”.
el estudio del valor de cambio es el comienzo de la ciencia económica, y no su objetivo último.
Análisis de la relación entre las proporciones por las que cambian unas mercancías por otras y la fuerza de trabajo total de la sociedad (medida en horas)
MARX (p53) : si 2 bienes requieren = proporción de trabajo, entonces valen lo mismo (1 por1)
- si el trabajador es más perezoso, la mercancía no vale más; hablamos del tiempo “socialmente necesario”
- El trabajo calificado sí aumenta el valor: es como trabajo simple (o medio) multiplicado. Pero no podemos saber por el valor del producto qué tipo de trabajo lo produjo, sino que se averigua así:
- Diferencias de habilidad natural: se presupone que esto se manifiesta en cualquier puesto igual, así es que los pones a trabajar en lo mismo, y ves cuál es más hábil.
- Diferencias de entrenamiento: el trabajador cualificado está empleando su trabajo + (indirectamente) el de sus maestros. Se “mide” el valor de su entrenamiento, y ya está.
Cuando se trate de una combinación de ambos, tampoco hay problema para medir: se descompone.
(p55)Críticas: contra la constancia de la habilidad natural: ¡yo soy mejor en unas cosas que en otras de forma natural! Sweezy defiende que esto sólo vale para matemáticos, cantantes de ópera... no para trabajos obreros.
Para simplificar, desde aquí todo el trabajo se considerará simple (puesto que se puede descomponer el calificado en una proporción del simple). No sería legitimo abstraer así para otros temas. Aquí sí.
2EL PAPEL DE LA COMPETENCIA
la teoría de la oferta y la demanda es integrada implícitamente por las Teorías basadas en el trabajo, aunque luego digan no aceptarla:
Aceptan que, ,en sociedades primarias, si cazar un castor cuesta 1 día, y un ciervo 2, el ciervo valdrá el doble, y sería una situación estable....Pero¿Por qué? Porque si valieran igual, nadie cazaría ciervos... (A.Smith) Esto presupone que: 1, los cazadores están dispuestos a cambiar de presa. 2, que no hay barreras que se lo impida. Es decir, libre competencia, que permite que oferta y demanda estén equilibradas.
3EL PAPEL DE LA DEMANDA
A Marx se le acusa en falso haberse olvidado de la demanda; consideraba que “el valor de uso” es factor determinante de la cantidad de trabajo social que se debe emplear para cada cosa. No todo es igual de útil; hay necesidades más prioritarias que otras, lo que da distintas “intensidades relativas” de la demanda.
Pero Marx lo desdeña, no hace teoría de la opción de los consumidores porque..: 1) en el capt la demanda no depende tanto de las necesidades como de la distribución de los ingresos (reflejo de las
relaciones de producción. 2), salvo las básicas, considera al resto de necesidades como elementos dependientes del movimiento de la sociedad (“su existencia social determina su conciencia”). Los productores influyen profundamente en los gustos de los que demandan.
4 “LEY DEL VALOR” vs. “PRINCIPIO DE PLANEACIÓN”
La ley del valor resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías intercambiadas para satisfacer necesidades, y que regulan: las proporciones del cambio de mercancias; la cantidad producida de cada una; la asignación de fuerza de trabajo a cada rama de la producción.
Esto implica un orden, frente al caos que pueda parecer que hay en el mercado; aunque no esté centralizado y coordinado. Pero si hay planeación, ésta sustituye a la ley del valor en su lugar central, perdiendo su pertinencia e importancia. Son tan opuestas como capitalismo y socialismo.
5 EL VALOR Y EL PRECIO DE PRODUCCIÓN
El precio es la expresión monetaria del valor. Pero los “precios de producción” son modificaciones de los valores; las diferencias entre los “precios de producción” y los valores son resultado de algunos rasgos del capitalismo. (capt VII). Las desviaciones no son arbitrarias; responden a reglas.
6. PRECIO DE MONOPOLIO
Monopolio dificulta el funcionamiento de la ley del valor. El que oferta puede aprovecharse de las condiciones de la demanda; el precio y la cantidad producidas serán diferentes de una situación de competencia; pero estas diferencias no están sometidas a reglas generales
Aunque el monopolio afecte a las relaciones de valor cuantitativo, no afecta a las de cualitativo: no altera las condiciones sociales básicas de producción. Y tampoco nos impide medir cuanto “trabajo congelado” supone cada mercancía o conjunto de mercancias.
CAPÍTULO IV
PLUSVALÍA Y CAPITALISMO
Es fundamental no confundir la producción de mercancías con el capitalismo, ya que la producción de mercancías no implica necesariamente el capitalismo. De hecho, la compra y venta de la fuerza de trabajo es la diferencia específica del capitalismo.
1.- El capitalismo
En la producción simple de mercancías el productor vende su producto a fin de comprar otros productos que satisfagan sus necesidades específicas.
M-D-M
(Las mercancías se convierten en dinero y de ahí otra vez en mercancías. Las mercancías son el principio y el fin)
En el capitalismo, el capitalista se presenta en el mercado con dinero, compra Mercancías (fuerza de trabajo y medios de producción) y después de cumplir al proceso de producción, vuelve al mercado. Evidentemente, no vuelve como dinero, porque eso sólo serviría para satisfacer necesidades.
D-M-D’ (En el que D’ > D. Esa diferencia es lo que Marx llama plusvalía)
LA PLUSVALÍA ES EL FIN DIRECTO Y EL INCENTIVO DETERMINANTE DE LA PRODUCCIÓN, ASÍ LA CIRCULACIÓN DE CAPITAL NO TIENE LÍMITES. EL FIN DEL CAPITALISTA ES EL PROCESO INACABABLE Y SIN DESCANSO DE LA OBTENCIÓN DE GANANCIAS.
2.- El origen de la plusvalía
Cuando decimos que la fuerza de trabajo es una mercancía no queremos decir que el trabajo mismo sea una mercancía. Estamos diciendo que el trabajo es el uso de la fuerza de trabajo, es decir el trabajador mismo. El problema reside en ¿cómo se determina el valor de esta mercancía peculiar? Marx asegura que hay que tener en cuenta las “necesidades naturales del trabajador” (alimento, el vestido, el combustible y el alojamiento varían según las condiciones climáticas y físicas del país). Asimismo, dice que esas necesidades esenciales dependen del grado de civilización de un país.
Por lo tanto, podemos concluir EL VALOR DE LA FUERZA DE TRABAJO SE REDUCE AL VALOR DE UNA CANTIDAD MÁS O MENOS PRECISA DE MERCANCÍAS ORDINARIAS.
Si el capitalista llega al mercado con dinero y compra maquinaria, materiales y fuerza de trabajo ¿cómo es posible que al final del proceso se haya creado más valor?
1.- Evidentemente, no se consigue elevando los precios, porque lo que uno ganaría como vendedor, lo perdería como consumidor.
2.-Tampoco hay razón para suponer que los materiales o la maquinaria puedan transferir finalmente al producto más de lo que ellos contienen.
Por lo tanto, la fuente de plusvalía tiene que ser el trabajo. Así con su trabajo de un día el trabajador produce más que los medios de subsistencia de un día.
JORNADA TRABAJADOR= TRABAJO NECESARIO + TRABAJO EXCEDENTE
(EL TRABAJO EXCEDENTE ES PLUSVALÍA)
En todas las sociedades en que la productividad del trabajo humano se ha elevado por encima de cierto mínimo muy bajo, es decir en todas menos las primitivas. Lo específico del capitalismo no es el hecho de la explotación, sino la forma que asume esa explotación (plusvalía)
3.- Los componentes del valor
Los componentes del valor de cualquier mercancía en una economía capitalista se divide en tres partes
· Valor de los materiales y maquinaria
(No sufren ninguna alteración cuantitativa de su valor. Es el capital constante, llamado “C”).
· Fuerza de trabajo
(Se llama Capital variable “V”, ya que reproduce el equivalente de su propio valor y un excedente, una plusvalía).
· Plusvalía
(Es la tercera parte y se designa con la “P”)
VALOR TOTAL = C + P + V
4.- La tasa de la plusvalía
Sweezy explica una serie de variables
- Tasa de la plusvalía
Es la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable.
P = p’ = tasa de plusvalía = tasa de explotación.
v
Es la proporción de trabajo excedente respecto al trabajo necesario.
Ejemplo: Una jornada de trabajo de 12 horas, en las que 6 correspondan al trabajo necesario y 6 al de excedente.
6 hs = 100%
6 hs
En este caso la plusvalía está determinada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo.
5.- La composición orgánica del capital
Es la relación del capital constante con el capital variable en el capital total.
c = O = composición orgánica del capital
c + v
La composición orgánica del capital es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaria en el proceso productivo.
6.- La tasa de la ganancia (la proporción crucial para el capitalista)
Es la proporción de la plusvalía respecto al desembolso total de capital.
P__ = g = tasa de la ganancia
c + v
Todo capitalista que logre mantener una ventaja en cuanto a métodos técnicos puede disfrutar de una tasa más alta de la plusvalía tendrá una tasa más alta de ganancia.
LA ACUMULACION Y EL EJÉRCITO DE RESERVA
El capitulo comienza con la análisis de la estructura del capitalismo de Marx, que ha llamado “Reproducción simple”. Este concepto consiste en que la escala de la producción no cambia de un año a otro. Esta producción se divide en dos grandes ramas: producción de medios de producción y producción de artículos de consumo.
El capital constante empleado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al capital variable más la plusvalía de la rama que producen los medios de producción. Es la condición básica de la “Revolución simple”, es la oferta total de mercancías.
Aparte de estas dos categorías de producción existe el ingreso, que se divide en tres categorías:
- El ingreso del capitalista que debe gastar en medios de producción para mantener su posición.
- El ingreso del capitalista que es libre de gastar en el consumo.
- El ingreso del trabajador.
Estos tres constituyen la demanda de mercancías.
Para que haya un equilibrio en este sistema, la suma de la demanda y de la oferta de mercancías debe balancearse. Este sistema no existe en la realidad. “La reproducción simple” omite de tener en cuenta el interés del capitalista a ampliar su capital, omite la acumulación del capital que constituye la fuerza motriz del desarrollo del capitalismo.
Un factor de los capitalistas para la acumulación es emplear los métodos técnicos más avanzados y eficientes. El objetivo es obtener más plusvalía. Marx la va a llamar la “Reproducción Ampliada”. Este concepto muestra la interrelación de las ofertas y las demandas cuando la acumulación se tiene en cuenta (cuando los capitalistas no consumen ya totalmente la plusvalía).
La acumulación conlleva un aumento de la demanda de fuerza de trabajo, pero la fuerza de trabajo no se vende a su valor, no hay igualdad entre fuerza de trabajo y salarios. La plusvalía depende de la diferencia entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce.
La solución de Marx a este problema es el “Ejército de reserva de trabajo”. Consistente en obreros desocupados que, mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante hacia abajo en el nivel del salario. El empresario reduce el salario sustituyendo empleados por maquinas. El principio del ejército de reserva es independiente de cualquier suposición particular sobre la población para Marx. Es lo que lo opone a las teorías clásicas. En las teorías clásicas, los salarios se regulan según factores externos al sistema como la población.
En la teoría de Marx son principalmente las innovaciones tecnológicas las que se utilizan para economizar trabajo, como se recluta el ejército de reserva, y solo por la existencia continua del ejército de reserva deben existir la plusvalía y la clase que ella sostiene.
Cuando trata de la producción simple de la mercancía y las crisis, indica que en las condiciones de la producción de mercancías en el sistema capitalista, el sistema de transacciones se ha convertido en Dinero-Mercancía-Dinero, mercancía contra dinero y dinero contra mercancía, por lo que el acto del cambio se divide en dos partes, la compra y la venta, en el que el uso de la moneda es clave, puesto que es homogénea y permite posponer tanto el acto de compra como el de venta. Al poder posponer o interrumpir este intercambio, se puede iniciar un proceso que afecte a toda la economía, la cual necesita de este circuito en constante movimiento: producción-consumo. Si este circuito se interrumpe se produciría la sobreproducción, la cual podría provocar la crisis.
La ley de Say sostiene que no puede interrumpirse la circulación M-D-M, y por lo tanto no puede haber crisis ni sobreproducción, ya que a una venta le sigue invariablemente una compra por igual cantidad. Marx dedicó a esta Ley una crítica en el momento en que Ricardo negaba la posibilidad de la sobreproducción general.
En la forma de circulación M-D-M propia del sistema de producción simple de mercancías, el propósito de cambio es el valor de uso y no el aumento del valor de cambio, es producción para el consumo. Pero en la forma D-M-D, las dos “D” representan valor de cambio, y el objetivo es incrementar ese valor.
Ante la relación entre D-M-D y el problema de la crisis, hay que tener en cuenta que el interés del capitalista es elevar la tasa de ganancia.
El circuito de transacciones del capitalismo se realiza para la expansión del valor del dinero, por ello se pone el mismo en circulación, para obtener una mayor cantidad tras el proceso. Pero esta circunstancia solo se da para el productor capitalista, no para los trabajadores, que venden su fuerza de trabajo para conseguir mercancías que garanticen su subsistencia. Por lo tanto, el capitalista centra su interés en elevar lo máximo posible su tasa de ganancia. Si el productor capitalista advierte que el incremento de capital no va a ser tal, no dudará en retirar dicho capital de la circulación, al menos durante un tiempo.
Si el incremento del capital desaparece o se vuelve negativo, el capital será retirado, se reducirá la circulación del dinero y comenzará una crisis. Si el incremento del capital no es tanto como se esperaba, se reducirán sus acciones. Puede ocurrir que se retire el dinero del mercado, pero si el capitalista desea seguir siéndolo, deberá reinvertirlo. En el caso de que la crisis ocurra en tan solo una industria, el capital se moverá hacia otras, pero en el caso de que sea una crisis generalizada se tendrá que posponer la reinversión hasta que aparezca un momento más favorable.
Ahora bien, la posibilidad formal de la crisis no hay diferencia entre la producción simple de mercancías y el capitalismo, porque las interrupciones de compra-venta afectan al proceso en los dos casos.
La diferencia está en que puede desaparecer la tasa de ganancia o volverse negativa, por lo que el incentivo de la producción capitalista dejaría de existir. También podría ocurrir, un descenso en dicha tasa y que los capitalistas redujeran sus operaciones lo bastante como para producir una crisis. En esos momentos, el capitalista debería elegir entre, introducir capital en el circuito o conservarlo, aunque pronto tendría que reinvertirlo para continuar siendo un capitalista. Lo que puede suceder, es que ese aplazamiento del capital puede haber producido ya una interrupción y provocado la sobreproducción y la crisis, pero hay que decir, que no es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis; sólo con el descenso de ella puede ser suficiente para interrumpir el proceso de la circulación y que dé lugar a una crisis.
Se puede afirmar, que existen dos tipos de crisis: las relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y la crisis de realización (realización de valor). Desde una perspectiva causal, los dos tipos plantean problemas diversos: en un caso tiene que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital, quedando intacto el sistema de valor; y en el otro, tiene que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear un déficit general en la demanda de mercancías, en el sentido de ser insuficientes para comprarlas todas con una tasa de ganancia satisfactoria. El punto de partida en ambos los casos, es un descenso en la tasa de la ganancia; pero lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia, precisa un análisis muy diferente del que requiere lo que está detrás del descenso en la tasa de ganancia en el otro.